La catedral del tenis de mesa
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Un sutil y milimétrico roce
a la pequeña bola multiplican su velocidad y exige al tenimesista a tomar decisiones a tal intensidad, que una jugada de dos o tres peloteos recrean en la mente un complejo plan de batalla, en el que cualquier detalle en fracciones de segundo sentencia el éxito o el fracaso de un punto.
Así lo sienten los más apasionados practicantes del tenis de mesa, una herencia oriental que en nuestro país ha tratado de crecer lentamente, con los esfuerzos de jóvenes talentosos que sin aspirar a las millonarias mieles del éxito con las que cuentan otras disciplinas, han logrado incrementar el nivel de la raqueta corta en Colombia. La prueba omnisciente, esta ahí, en el Coliseo Rodrigo Pérez Castro donde hoy se clausura una nueva competencia nacional, en la que la delegación antioqueña se ha hecho implacable con sus golpes de derecha y revés, cada vez más ganadores.
“El balance es excelente, hemos ganado tres de las cinco finales y en la categoría Individual estamos muy fuertes también”, dijo el técnico de la Selección, el cubano Luis Enrique Martínez, quien rescató el valor del título en Equipos Femenino, donde se derrotó al Valle 3-2. Y es que dentro de la delegación valluna se encuentra la base que representó al país en el último Latinoamericano, donde incluso Paula Medina (su raqueta número uno), llegó hasta semifinales. “Con el regreso de campeonas como Giovanna Araque o Patricia Henao, hemos complementado un gran trabajo, el cual hasta ahora nos ha dejado muy buenos dividendos”, agregó el estratega que desde su llegada a la Liga de Antioquia, no se ha cansado de cosechar títulos, aunque reconoce la necesidad de continuar estimulando las categorías menores y de masificar más esta apasionante modalidad.
Otro título que se veía venir era el de Equipos Masculino. Con el triunfo en semifinales ante Valle, la motivación se expresó notablemente en la final con una victoria 3-0 sobre Bogotá, que para esta versión del torneo le apostó al talento joven, ante la ausencia de experimentadas raquetas como Rodrigo Moreno, Hernán Pinzón y Carlos Alvarado, este último quien ha sabido ser el mejor jugador del país en los últimos años. Y como su fuera poco, el cuadro local también contó con el regreso de uno de sus hijos más queridos, Felipe Correa, el hombre que supo ser campeón en todas las categorías menores y regresó mas motivado que nunca para darle una mano al lustroso equipo paisa. “Ahora que se ha solucionado el tema de los patrocinios estoy bastante motivado para jugar. Si las cosas siguen así de bien es seguro que vamos a ganar el título general”, comentó el jugador sub-21 que gracias a su talento y trabajo ha podido recorrer varias partes del mundo compartiendo con la élite del tenis de mesa.
La tripleta dorada la completaron Jonathan Salazar y Jonathan López en Dobles Masculino venciendo a la dupla bogotana. Estos dos hombres conforman, sin duda, una temible pareja dentro del gremio de este deporte. Por una parte, Salazar ha sido múltiple campeón nacional desde que tomó su primera raqueta. Sigiloso controlando y explosivo atacando, se complementa perfectamente con López, un zurdo de excelsa técnica que cuando se inspira puede hacer posible lo imposible, y que con respecto al título opinó: “Nos entendemos bien porque nos conocemos desde hace mucho tiempo. El juego más difícil fue la semifinal, donde nos enfrentamos a compañeros de la Selección que nos conocen bien, pero después estuvimos muy fuertes en la final”.
a la pequeña bola multiplican su velocidad y exige al tenimesista a tomar decisiones a tal intensidad, que una jugada de dos o tres peloteos recrean en la mente un complejo plan de batalla, en el que cualquier detalle en fracciones de segundo sentencia el éxito o el fracaso de un punto.
Así lo sienten los más apasionados practicantes del tenis de mesa, una herencia oriental que en nuestro país ha tratado de crecer lentamente, con los esfuerzos de jóvenes talentosos que sin aspirar a las millonarias mieles del éxito con las que cuentan otras disciplinas, han logrado incrementar el nivel de la raqueta corta en Colombia. La prueba omnisciente, esta ahí, en el Coliseo Rodrigo Pérez Castro donde hoy se clausura una nueva competencia nacional, en la que la delegación antioqueña se ha hecho implacable con sus golpes de derecha y revés, cada vez más ganadores.
“El balance es excelente, hemos ganado tres de las cinco finales y en la categoría Individual estamos muy fuertes también”, dijo el técnico de la Selección, el cubano Luis Enrique Martínez, quien rescató el valor del título en Equipos Femenino, donde se derrotó al Valle 3-2. Y es que dentro de la delegación valluna se encuentra la base que representó al país en el último Latinoamericano, donde incluso Paula Medina (su raqueta número uno), llegó hasta semifinales. “Con el regreso de campeonas como Giovanna Araque o Patricia Henao, hemos complementado un gran trabajo, el cual hasta ahora nos ha dejado muy buenos dividendos”, agregó el estratega que desde su llegada a la Liga de Antioquia, no se ha cansado de cosechar títulos, aunque reconoce la necesidad de continuar estimulando las categorías menores y de masificar más esta apasionante modalidad.
Otro título que se veía venir era el de Equipos Masculino. Con el triunfo en semifinales ante Valle, la motivación se expresó notablemente en la final con una victoria 3-0 sobre Bogotá, que para esta versión del torneo le apostó al talento joven, ante la ausencia de experimentadas raquetas como Rodrigo Moreno, Hernán Pinzón y Carlos Alvarado, este último quien ha sabido ser el mejor jugador del país en los últimos años. Y como su fuera poco, el cuadro local también contó con el regreso de uno de sus hijos más queridos, Felipe Correa, el hombre que supo ser campeón en todas las categorías menores y regresó mas motivado que nunca para darle una mano al lustroso equipo paisa. “Ahora que se ha solucionado el tema de los patrocinios estoy bastante motivado para jugar. Si las cosas siguen así de bien es seguro que vamos a ganar el título general”, comentó el jugador sub-21 que gracias a su talento y trabajo ha podido recorrer varias partes del mundo compartiendo con la élite del tenis de mesa.
La tripleta dorada la completaron Jonathan Salazar y Jonathan López en Dobles Masculino venciendo a la dupla bogotana. Estos dos hombres conforman, sin duda, una temible pareja dentro del gremio de este deporte. Por una parte, Salazar ha sido múltiple campeón nacional desde que tomó su primera raqueta. Sigiloso controlando y explosivo atacando, se complementa perfectamente con López, un zurdo de excelsa técnica que cuando se inspira puede hacer posible lo imposible, y que con respecto al título opinó: “Nos entendemos bien porque nos conocemos desde hace mucho tiempo. El juego más difícil fue la semifinal, donde nos enfrentamos a compañeros de la Selección que nos conocen bien, pero después estuvimos muy fuertes en la final”.
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Jonathan López, uno de los baluartes del tenis de mesa colombiano en los últimos años. |
Jhon Cruz, técnico de la delegación bogotana, comparte su opinión acerca del estado de este deporte en Colombia. “Desafortunadamente el tenis de mesa acá no es profesional, pero estamos pensando en eso proyectando jugadores que pueden tener mucho futuro. Nosotros por ejemplo, estamos trabajando para futuras competiciones Odesur y Latinoamericanos de menores, haciendo una buena transición con los nuevos jugadores para que se pueda pensar en más experiencias internacionales”, dijo el estratega, agregando que “es excelente la gestión en Antioquia y el Valle, los resultados que han obtenido se veían venir por el apoyo y los excelentes jugadores que tienen”.
Hoy finalizarán las competencias a partir de las 9:00 a.m., con la definición de las Categorías Individual Masculino y Femenino, donde los antioqueños esperan redondear un gran torneo.
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